lunes, 29 de septiembre de 2014

LA SERPIENTE

Ellos y ellas sonríen
inocente dentadura
abrazos de animal cálido
y posesivo.

Se quieren, se esfuerzan,
pelean y mueren
al ritmo del sol
y de las estaciones.

Yo me escondo
entre sus tinieblas.
Vivo a ras del suelo.
Observo su dicha 
con ojos de aguja
ensangrentada.

Mi piel está cubierta de escamas.
Dentro, un corazón de hiel bombea
sangre helada como escarcha.

Dejadme sola, 
elaborando con destreza
mi mágica ponzoña entretejida
con los hilos de amargura
que segrega mi alma triste de serpiente.

Hilvanando en silencio 
veladas cortinas de espuma verde
que almaceno entre mis labios afilados.

Pequeñas y aguzadas estalactitas
van cristalizando residuos 
de un largo viaje hasta la muerte.

Bésame, humano.
Busca con tu boca 
el filo punzante de la mía.
Deja que tu carne caliente
repose descompuesta 
sobre mi piel de escamas
y así descenderemos juntos,
en un abrazo único,

hacia mi gélido infierno.

jueves, 14 de agosto de 2014

Si no estuviera.

Si no estuviera aquí
Si me hubiera ido
Si ya no pudieran rozarme
Sus brazos, sus palabras,
Su memoria.
Si ya sólo fuera un recuerdo
Mezquino, oscuro, pero maleable
Dulcemente acomodado
En su improbable nostalgia
Transformado por los años
En algo más bello
Y así recordaran con cariño
A un fantasma triste y huero
Inútil como un espejismo
Y así me odiaran menos
Enterrada en la lánguida
Distancia de su olvido
Mientras yo me consumo
Lejos, muy lejos,
Y un viento furioso dispersa
Las cenizas de mi alma
Maldita y culpable.